1 min readJul 7, 2017
¡Me ha encantado! Lo interpreto como un alegato en contra de abordar los problemas de diseño desde un cientificismo reduccionista en lugar de hacerlo desde las sensibilidades y los principios del diseño… Aunque en mi variante imaginaria del relato, los que descorchan el champán no son un equipo de investigación, sino un equipo de “data-driven design” que acaban de testar con éxito un algoritmo de Machine Learning que le pone delante el diseño “óptimo” a cada usuario… :-)